Page 227 - LETRAS ILUSTRADAS
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Letras Ilustradas

TUTU WAY

Renato Alonso Flores Linares

“De aquellas fructíferas tierras         el indio Tucto, un viejo despojado de
del hurin pacha; se alzaba al vuelo      su juventud y su nobleza, reducido
del Illapa un sesgo de plumas del        a ser sirviente en una tierra que fue
cóndor en la prueba del sacrificio       suya. Mi taita -contaba Tucto- estuvo
al dios Inti. El korekenke ascendió      ese día. Él vio como el inca lloró al
a las alturas de su padre el Sol; ahí    ver el mensaje en sangre que las
mismo el cóndor alzo el torpe vuelo      entrañas de la vicuña revelaron, su
de su plumaje oscuro, ave parecida       tiempo ya se acababa y los dioses no
al alma del huacón; así oscura como      le hablarían más. Los nuevos amos
sin vida”.                               de estas tierras llegarían a imponer
                                         el látigo y obligar a los hijos a herir
El auqui y el inca veían como el         las entrañas de su madre en busca
sacrificio del dorado maíz, la papa y    de las venas doradas que dormían
la vicuña eran elevados a los labios     en lo profundo.
del inti, como si las manos del
curaca fueran dos plataformas que        ¿Qué pasó después? Le cuestionó          227
contenían los rezos de las panacas       Tutu Way. Atizando los leños,
reales. Desde abajo, en las llanas       observando las candelas, el indio
de wayna picchu, los ojos de los         Tucto le respondía. “el Cahuide, el
hatunrunas se llenaron de ardiente       más fuerte de los orejones, tomo
fervor hinchados de esperanza por        ha cuatro y los llevo a la oscuridad,
una nueva cosecha; a la espera           únicamente el beso del suelo
que las gotas de bendición de la         pudo callar el grito de furia que
mamacocha se dejen ver en las            en su pecho brotaba. El inca fue
laderas de los andenes; dulces y         muerto a traición y nuestros dioses
fecundas en la Pachamama.                violentados. Se los llevaron por
                                         su color; en los apus sus templos
Ese día, el Sol se fundió en la tierra,  y bajo de ellos los nuestros. Los
no acepto el sacrificio y el cóndor      chasquis no volvieron a correr con
voló más alto que el korekenke.          los mensajes y los quipus ya no
“Mal presagio; malas huitas” decía       anudaron los regalos de la tierra”.
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