Page 228 - LETRAS ILUSTRADAS
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Ahora, bajo estas paredes descansa conciencia que le limitaban en el

un antiguo templo a la tierra “Mi     maltrato; a uno más, como era entre

warmi mamay” como te ofenden          tantos, el indiecillo de cara tosca y

sin castigo -decía con los dientes    fina voz para el canto.

verduzcos por la coca remojada

en el piccho. Hilaba palabras         Durante el tiempo en que enrolado

entrecortadas con lágrimas acidas estuvo en las huestes de Pizarro,

que surcaron sus mejillas. Aquella Santiago de Vestensi, había logrado

noche Tutu Way, no dormía por         un alto cargo por entregar a la

las imágenes que le produjeron        hoguera de la Inquisición a muchos

las palabras del indio Tucto. “una    indios renuentes al sacramento.

señal del cielo” “una raza hija y no  Ahora como miembro de la naciente

hijastra” “nuestra tierra y no suya” sociedad americana y noble hispano,

“el inca” “el sol” volaban en su      se hacía cada vez más rico por la

mente.                                explotación de los obrajes y mita

                                      minera que esa tierra colmada de

A la mañana siguiente; Don Santiago ayllus permitía.

de Vestensi, hombre chapetón

heredero del caudal de la conquista, Viendo a Don Santiago lejano en sus

aguardaba que de la caballeriza       pupilas; Tutu Way se paseaba por

salgan el prieto caballo andaluz con la estancia principal donde tiene

cincho de lanas y cascabeles en las prohibido entrar; observa bajo el

crines; junto con él, Tutu Way con    escudo de la familia Vestensi que

el atuendo castellano de corte en     colgaba entre dos florines franceses

sayal, sandalias andinas, almilla y   entrecruzados. Una pintura de muro

camisilla de tocuyo. Mi señor, aquí a muro, en óleos, esta expresaba

está “el aventura” -le dijo Tutu Way- una dicotomía entre la conquista

mientras le acercaba la rienda. Ve    victoriosa, el altar y trono inca en

y os rezáis el Ave María a la Divina ruinas en un fondo de andenes

Misericordia; que volviendo os oiré secos entre montañas con el sol en

recitar el Padre Nuestro en latín     su ocaso. Ensangrentados indios

que es la lengua de los santos -le    tendidos en los suelos y sobre ellos

respondió Don Santiago, acariciando soldados españoles victoriosos

la cabellera de Tutu Way.             con los estandartes reales y del

                                      Santo Oficio. Un fraile bendiciendo

El español trataba con afecto al      la faena, el korekenke con el pecho

jovencito, quizás la única persona    abierto; mostrando las entrañas y

nativa que le inspiraba confianza     su plumaje real bañado de la sangre

228 o quizás eran las voces de la     que parecía brotar a la realidad;
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